prevaricación: (Del lat. praevaricatĭo, -ōnis).
1. f. Der. Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.
(Real Academia Española)
Nunca he sentido especial predilección por Baltasar Garzón. De hecho, siempre he pensado que en la ejecución de su trabajo le movía en parte el afán de notoriedad. Esta opinión se vió reforzada por su participación en el excepcional documental "Jueces en tierra de mafia", sobre los jueces Falcone y Borsellino, asesinados ambos por la mafia. Me dió la impresión (sigo hablando sólo de opiniones personales) de que en parte buscaba la notoriedad de aquellos, incluso a costa de terminar como ellos.
Ahora que se encuentra en una situación tan compleja [El País] he reflexionado sobre su carrera y sus últimas actuaciones. Es innegable que, como ha sido acusado por algunos, tiene una personalidad megalómana, pero, ¿es eso un delito? Está claro que no.
Es evidente que sus actividades suponen una molestía, no sólo para los imputados en las causas que instruye, sino también para los sucesivos gobiernos, que han tenido que lidiar con los conflictos diplomáticos creados por sus acciones contra Silvio Berlusconi o Augusto Pinochet. Esto explicaría el eco que su procesamiento ha tenido en toda Europa. [BBC] [The Guardian] [The Times] [Le Figaro] [New York Times]. Este último califica la situación de Garzón de "injusticia".
Antes que nada aclarar, que no soy jurista y por tanto, mis opiniones se basan en mis (escasos) conocimientos legales y, en mayor medida, en lo que dicta el sentido común.
A Garzón se le investiga por tres motivos diferentes: en primer lugar por investigar los crímenes del franquismo sin tener autoridad para ello; en segundo lugar por las escuchas ordenadas durante la investigación del caso Gürtel; y en tercer lugar, por unos cobros recibidos por una conferencias celebradas en Estados Unidos. Como podemos ver, los motivos son variados.
Respecto al presunto delito económico, la legislación es clara, y por tanto, deberá dictaminar si existe o no existe delito. La cosa se complica al examinar los otros dos presuntos delitos cometidos por Garzón. En lo referente a las escuchas ilegales, parece claro que si no son legales se deben anular y no pueden ser usadas en el juicio. Pero eso no implica que sea delito haberlas ordenado. Será sólo delito si se demuestra que la motivación del juez fue otra aparte de la propia de un juez, por ejemplo, si se demuestra que el juez actúo movido por la animadversión hacia los acusados, intereses económicos, etc. Son múltiples los casos en que unas escuchas han sido anuladas y no han podido ser utilizadas en una causa, entonces, ¿por qué en este caso se instruye una causa contra el juez que las ordenó?
En el segundo caso, los crímenes del franquismo, y aunque considero totalmente inoportuna la investigación, para la que ya existía una Ley de la Memoría Histórica (con la que se puede estar de acuerdo o no), el hecho de que Garzón se apropiase el derecho a actuar en ese asunto sin tener competencia, no parece un delito, a no ser que, como en el caso anterior, exista un interés personal, económico, etc.
En ningún caso puede existir prevaricación, porque en ninguno de los casos Garzón dictó sentencia. En el peor de los casos podría determinarse que cometió irregularidades durante la instrucción, nunca que dictó sentencias injustas.
Entonces, ¿a que se debe la persecución judicial contra Garzón? Probablemente los enemigos que Garzón se ha creado tanto entre la clase política como entre el estamento judicial tenga un peso importante. También pueden haber influido los problemas que comentabamos que Garzón causaba a la diplomacia española en que existiese interés político en apartarle.
Existe otra opción, mucho más atemorizante. Garzón se ha convertido en los últimos meses en el estandarte de la persecución de la corrupción, con los casos Gürtel y Pretoria, que han golpeado tanto a PP como a PSOE (parece olvidarse que el alcalde socialista de Santa Coloma, municipio barcelonés de 120.000 habitantes se halla imputado en este caso). Da la impresión de que si se rasca un poco, la mayoría de políticos podrían salir implicados en irregularidades. Da miedo pensar que la persecución de Garzón pueda deberse a la voluntad de detener posteriores investigaciones sobre la corrupción política.
No comments:
Post a Comment