Los críticos cinematográficos de El País tienen un criterio curioso en la calificación y puntuación de películas. Hace tiempo que lo vengo observando pero hoy me he animado a escribirlo.
Anoche en Antena 3 amitieron "Fracture" con Anthony Hopkins, la típica película hollywoodiense de juicios y abogados, con un malo "made in Hopkins" y cuyo guión podría perfectamente estar basado en un bestseller de John Grisham. En El País "Fracture" mereció un circulo negro, es decir el símbolo equivalente a mala.
La película no es mala. Es una película pasablemente entretenida que no destaca en nada. Calificarla de mala es tan injusto como calificarla de obra maestra.
Por el contrario, hace unos quince días publicaron una crítica de "El último tango en París". Nada sorprendentemente esa película merecía una mano con el dedo índice extendido, el signo que utilizan para las películas recomendadas para "Cinéfilos", se supone que equivalente a "obra maestra".
He tenido la curiosidad de consultar en imdb cómo estaban calificadas ambas películas: pues las dos lucen un 7,1.
Sinceramente un 7,1 resulta excesivo para "Fracture", yo le concedería un 5,5 o 6 como máximo. Pero calificar "El último tango en París" como obra maestra como hace El País... Hay pocas películas que hayan envejecido tan mal. Los diálogos son tan näives y la provocación tan burda que resultan sonrojantes. No nos engañemos, la presencia de Brando (aunque con unas líneas de diálogo de juzgado de guardia) es lo único que salva la película.
Pensar que alguien en su momento pudo hacer un largo viaje para ver semejante bobada se me antoja una irreparable pérdida de tiempo.
Anoche en Antena 3 amitieron "Fracture" con Anthony Hopkins, la típica película hollywoodiense de juicios y abogados, con un malo "made in Hopkins" y cuyo guión podría perfectamente estar basado en un bestseller de John Grisham. En El País "Fracture" mereció un circulo negro, es decir el símbolo equivalente a mala.
La película no es mala. Es una película pasablemente entretenida que no destaca en nada. Calificarla de mala es tan injusto como calificarla de obra maestra.
Por el contrario, hace unos quince días publicaron una crítica de "El último tango en París". Nada sorprendentemente esa película merecía una mano con el dedo índice extendido, el signo que utilizan para las películas recomendadas para "Cinéfilos", se supone que equivalente a "obra maestra".
He tenido la curiosidad de consultar en imdb cómo estaban calificadas ambas películas: pues las dos lucen un 7,1.
Sinceramente un 7,1 resulta excesivo para "Fracture", yo le concedería un 5,5 o 6 como máximo. Pero calificar "El último tango en París" como obra maestra como hace El País... Hay pocas películas que hayan envejecido tan mal. Los diálogos son tan näives y la provocación tan burda que resultan sonrojantes. No nos engañemos, la presencia de Brando (aunque con unas líneas de diálogo de juzgado de guardia) es lo único que salva la película.
Pensar que alguien en su momento pudo hacer un largo viaje para ver semejante bobada se me antoja una irreparable pérdida de tiempo.