Como casi cada día desde no se sabe cuanto tiempo, en su guerra contra la Iglesia Católica, el cristianismo, y la fe en general, El País publica su píldora diaria; la de hoy lleva un título tan sincero como: "Llegó la hora del laicismo" [*].
Se trata de un nuevo alegato anticlerical, con las misma falacias de siempre, los mismo tópicos y la misma demagogía; y, como siempre, ignorando cualquier consideración histórica, cultural o social.
Se trata de un nuevo alegato anticlerical, con las misma falacias de siempre, los mismo tópicos y la misma demagogía; y, como siempre, ignorando cualquier consideración histórica, cultural o social.
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