Hay personajes que resultan especialmente patéticos, porque la percepción que tienen de sí mismos se halla a años luz de la realidad o, al menos, de cómo les percibe la inmensa mayoría de la sociedad. Un caso paradigmático es el cineasta Pedro Almódovar, del que la mayoría de medios de comunicación españoles no se cansan de publicitar sus premios internacionales en un intento de redimirle de su imagen de parodia ególatra de revolucionario de salón.
Como cada vez que se encuentra de gira de presentación de una película, se ha despachado con unas declaraciones supuestamente polémicas sobre la Iglesia, en una entrevista publicada en el periódico alemán Die Zeit:
En palabras del propio director manchego, “un director es una especie de Dios. Y lo digo yo, que no soy creyente” (curiosamente, estas afirmaciones se han omitido en el artículo sobre la entrevista en El País [*], demostrando, como comentaba, lo sesgado de las informaciones que algunos medios transmiten sobre Almodovar). Si quedaba alguien capaz de negar la evidencia, de que Almodovar es un ególatra patológico, aquí está. Aunque su inabarcable amor propio quedó perfectamente de manifiesto con su abandono de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas, oficialmente por "desacuerdo por el sistema de votación" y "la falta de información en cuanto a número de participantes en las distintas votaciones"; la razón real, la confesó su hermano "histórica falta de generosidad" de la Academía con Almodovar [*], eufemismo para decir que no le habían dado los premios que merecía. Su salida se produjo despurés de que Mar Adentro arrasase en los Goya y Almodovar se quedase sin ningua estatuilla. Los cinco Goyas de Mujeres al borde de un ataque de nervios, o los siete de Todo sobre mi madre, no le parecieron a Almodovar suficiente reconocimiento.
"Es una locura no reconocer de qué modo viven millones de personas. Benedicto XVI debe reconocer también a las familias que son diferentes". El problema de Almodovar, y en general de nuestros anticlericales es que cometen el error que tanto critican a la Iglesia: confundir a la Iglesia con el Estado o, al menos, con una administración; y por tanto, le niegan el derecho a opinar y pronunciarse sobre cualquier tema. La Iglesia tiene el derecho y, como cualquier sistema de creencias, la obligación, de opinar sobre los asuntos de la vida pública y de sociedad. Almodovar, como tantas veces hemos visto y leido en El País, por poner un ejemplo recuerrente, querrían que la Iglesia no ejerciese ese derecho, y de hecho, le niegan ese derecho al menos de palabra, demostrando que no entienden correctamente el funcionamiento de la Democracía (o, que si lo entienden, no acaba de gustarles). Benedicto XVI debe tolerar a las familias diferentes, pero no tiene ninguna obligación a "reconocerlas", y tiene todo el derecho que confiere la democracía a dar su opinión sobre el módelo de familia que prefiere y sobre lo que opina de los otros modelos de familia. Así como Almodovar tiene derecho a opinar sobre los mismos temas, pero no a negarle el derecho a la Iglesia a hacerlo.
El cineasta recomienda a Ratzinger que se dé una vuelta "debería salir a pasear fuera del Vaticano y vea cómo es la familia de hoy en día" y le recuerda que una familia puede estar compuesta por "padres separados, travestis, transexuales y monjas enfermas de sida". Antes que nada, dejar claro que una monja enferma de SIDA nunca puede formar una familía; no porque no pueda haber una monja enferma de SIDA, que sin duda las hay e, incluso es más probable que una persona que afronta una lucha contra esta enfermedad sienta la llamada de Dios que otra persona (y no entro a discutir, si por hallarse más abierta al mundo espiritual o por tener mayor necesidad de consuelo, eso cada uno deberá decidirlo); el caso es que una monja, por deficinición, no puede formar una familia, a no ser que Almodovar se refiera al sentido figurado de familia, formado por todas las monjas miembros de esa congregación, cosa que dudo mucho. En todo caso, existen familias (si extrapolamos el concepto pareja a familia) formadas por travestis y transexuales, pero son un porcentaje muy pequeño del total de la sociedad y, por tanto, equiparlas a "la familia de hoy en día" es cuanto menos tendenciosos, cuando no falaz, demagógico y gratuito.
No cabe duda de que el concepto de familia ha cambiado mucho en los últimos treinta años, pero Almodovar no es la persona más representativa para hablar de ello; para ello ya tenemos los estudios del INE [*], y me parece que los resultados ofrecidos por éstos estan muchísimo más cerca de la imagen de la familia que da la Iglesia, que la de Almodovar. En realidad, desde 1981 el número de matrimonios se mantiene relativamente constante (es cierto que el número de divorcios aumenta, pero dudo mucho de que Almodovar se basase en ningún dato estadístico al hablar de "padres separados"); como no existen datos estadísticos sobre el número de "travestis, transexuales y monjas enfermas de sida", tendremos que conformarnos con lo que sí aparece en el informe del INE: el número de matrimonios entre personas del mismo sexo, representó en 2008 el 1,80%, así que los matrimonios entre personas de distinto sexo representan el 98,20%. Y Almodovar aun se permite decir que "mis familias son más reales que las del Papa".
"Ruedo películas desde hace más de 20 años y en ellas una familia siempre es un grupo de personas en cuyo núcleo hay una esencia de la que todos se ocupan", añade el director. Es cómico que alegue el hecho de haber dirigido películas durante más de 20 años como un factor a tener en cuenta al valorar sus opiniones sobre el concepto de familia. Personalmente, prefiero basarme en los datos del INE, que en su experiencia como director, para discutir temas sociales.
En 2004, durante la presentación de La mala educación declaraba "Soy anticlerical, pero como individuo no tengo ninguna necesidad de luchar contra la Iglesia, porque para mí no es un fantasma del que tenga que defenderme." [*] Es curioso, porque, a pesar de declararse anticlerical (lo cual me parece tan ridículo como declararse falangista, carlista o marxista-leninista, etc), de haber dirigido una película con el objetivo evidente de publicitarse a costa de su anticlericalismo, y de hacer unas declaraciones anticlericales sin venir a cuento; Almodovar intenta convencernos de que no tiene ninguna necesidad de luchar contra la Iglesia. En ese caso tendremos que pensar que el objetivo que mueve sus constantes ataques a la Iglesia no son sus creencias o principios, sino algo tan mundano (especialmente para alguien que en ocasiones se siente un dios) como la necesidad de publicitarse y de promocionar su trabajo...aunque sea a costa de la fe de muchos otros.
Wednesday, August 12, 2009
La crítica social de Pedro Almodovar
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2 comments:
jo he de reconéixer que m'agraden les pelis del Almodòvar, però tenien més gracia quan era un director de cine "cutrillo", que no ara que va de superstar (y sino, al último estreno me remito)
La veritat és que les pelis que he vist seves m'han decebut (tot i que no he vist Todo sobre mi madre). La que creia que em podia agradar més, "Mujeres al borde de un ataque de nervios", per ser comedia vuitantera, em va semblar un rollo.
PS: De totes maneres, l'escena aquella del video de la Pe a "Los abrazos rotos" tenia bona pinta...
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