Todos hemos oido alguna vez la declaración "¡Delphi no se rinde!". Era el grito de guerra de los trabajadores de la fábrica que Delphi Automotive Systems España (DASE) [Web] tenía en Puerto Real (Cádiz). Esta fábrica cerro por su baja rentabilidad y su producción trasladada a localizaciones con menores costes. Ante la opinión pública el caso se presentó como un claro caso de des-localización salvaje.
Pero el 11 de mayo de 2007, un artículo de Fernando Santiago en el Diario de Cádiz, "Cobazos", donse escribía "¿Qué es lo que quieren los de Delphi? Pues que les hagan pensionistas o empleados de cualquier empresa pública pero que se acaben las penas, para poder abrir unas peñas e irse los fines de semana al campito" desencadenaba una serie de críticas, insultos y amenzanas (mucho más de lo segundo y lo tercero que de lo primero); en la fábrica de Delphi se llegaron a distribuir fotocopias del artículo con la dirección y la matrícula del coche del periodista.
Estas amenazas provocaron que el periodista publicara un segundo artículo en El País, "Delphi dramatis personae", en esta ocasión totalmente centrado en Delphi, del que destacaríamos este fragmento: "Y eso que en parte el problema tiene su origen en unos elevados convenios y en un absentismo exagerado, lo que ha llevado a la factoría de Puerto Real a ser inviable. La impresión que han dado es la de que lo que quieren es entrar en una empresa pública. Todos quieren ser funcionarios, de ahí el uso del eslogan "Chaves,Zapatero, soltad ya el dinero"".
A raiz de estos artículos y sus consecuencias se han ido filtrando datos sobre el absentismo en la planta de Delphi de Puerto Real como que "El absentismo de la planta de Delphi en Puerto Real subió un 83% desde 2002" [ADN], y también que "Asimismo, también reconocen que "puede ser que en algunos departamentos, en momentos puntuales, el absentismo laboral superara el 30 por ciento"" [El economista], momentos puntuales que algunos relacionan con el periodo del Carnaval de Cádiz.
Lo más curioso es la respuesta de los sindicatos a esta información: ""Si ese dato es verdad, que lo dudo, la culpa sería de la propia dirección de la planta, que cuenta con instrumentos para evitar estos índices y no los habría utilizado", explican fuentes de Comisiones Obreras. " Es decir la culpa del absentismo es de la propia empresa. "Además, no creo que sea un dato fiable porque en ese caso la fábrica no podría trabajar", añaden." Así pues, las mismas fuentes de CCOO explican el cierre de la planta.
Otro aspecto independiente serían las subvenciones recibidas por la planta en los últimos años. En todo caso se deberá aplicar la legislación, que contempla en muchos casos, la devolución de subvenciones en caso de fin de la actividad en un periodo determinada al solicitar dicha subvención.
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