Algunos medios han acusado a Wikileaks de muchas cosas: la acusación más grave es la de poner en peligro vidas de algunos de los nombres que aparecen en los documentos publicados. Pero sin duda el gobierno de Estados Unidos dispone de los recursos necesarios para garantizar la seguridad de sus "amigos". Lástima que no se muestren tan preocupados por las vidas que terminan con sus "daños colaterales", como demostró el famoso video también publicado por Wikileaks. Además la administración americana conocía con la suficiente antelación la futura publicación de esa documentación para preveer las consecuencias para las personas implicadas.
En ningún caso, nadie con un mínimo sentido común puede negar la importancia e interés de los documentos desclasificados referentes a las Guerras de Iraq y Afganistán. Que un país decida unilateralmente iniciar dos guerras, ante el evidente ridículo de las Naciones Unidas, es un drama. Así pues, que alguien, por los intereses que sea, publique información que se suponía que nunca debíamos conocer sobre esas guerras, es algo esencialmente positivo. El problema es que muchos (incluidos periodistas) consideran información de interés sólo aquella que les beneficia, a ellos o a sus "amigos". Y que han tomado partido, algo que un verdadero periodista no deberia hacer.
No comments:
Post a Comment