El País publicaba el pasado día 19 de octubre un artículo de Juan José Ganuza que, bajo el título "Las prisas por lanzar Cataluña, SA", analizaba la viabilidad de una Catalunya indpendiente como si se tratase de una nueva empresa. Se trata de una idea interesante, y es una muestra del enfoque que El País está dando al debate soberanista: lo que en medios como ABC, La Razón, El Mundo y cía. se ha convertido en demagogía y manipulación, cuando no directamente mentira, en El País intenta (en general) ser argumentación.
Dejemos de lado el primer párrafo, que es de introducción, rescatando sólo el objeto del artículo según el autor: "analizar la decisión de independencia desde la óptica empresarial, como la creación de una nueva empresa. ¿Cataluña, SA". Se nos presenta pues como un artículo que pretende aportar una visión académica, científica, de las consecuencias de la independencia.
El problema es que el artículo tiene un problema de metodología que lo desacredita completamente, y hace pensar en que existe voluntad de engaño y/o manipulación por parte del autor, ya que ignora un elemento clave en el análisis de la viabilidad de una inversión.
¿Cuál es ese factor clave? Pues el horizonte temporal; el artículo analiza la situación inicial de una Catalunya independiente (el día después), algo absolutamente insostenible en el análisis de inversiones: ¿qué inversión tiene una rentabilidad positiva el primer día? Según el criterio del profesor Ganuza, no se realizaría jamás ninguna inversión, ni se invertiría en ningún proyecto, ni se crearía ninguna empresa, porque ninguna es rentable el primer día, el Año 0.
Es por ello que en análisis de inversiones se utilizan métodos como el VAN, que mide la evolución durante varios años del proyecto, porque ninguno es rentable des del primer día, y por ello existen conceptos como el "periodo de recuperación", es decir, los años que se tardarían en recuperar la inversión inicial.
De hecho, el propio autor admite que "La independencia es una decisión de largo plazo", pero sólo tras analizar los inconvenientes (no contempla ni una sola ventaja) de la independencia, análisis en el que ha ignorado totalmente el aspecto temporal; y cuando intenta argumentar que el momento actual es el peor momento.
Pero vamos a analizar los inconvenientes que plantea:
1. "Romper con un mercado de casi cuarenta millones de consumidores no solo reducirá el comercio: va a ser un impedimento para que surjan en Cataluña proyectos empresariales fuertes." El primero es tal vez el argumento más fantástico. No pienso tomarme la molestia de rebatirlo con argumentos, sólo con dos ejemplos:
- Suecia (9,5 millones de habitantes): Ikea, Volvo, H&M...
- Finlandia (5,4 millones de habitantes): Nokia.
2. "Perderemos capital humano. (...) Cataluña tiene muchos centros de excelencia en investigación, medicina, etcétera y le resulta relativamente fácil atraer talento del resto de España." Tal vez el señor Ganuza no se ha enterado pero, ya estamos perdiendo capital humano, pero no sólo Catalunya, sino toda España; y, de hecho, en el escenario que plantea permanecer en España, no parece que se vaya a recuperar.
3. "La marca Cataluña se depreciará." La "marca Catalunya" no tiene ni peso ni presencia internacional, es la marca Barcelona, la conocida, ¿se depreciará por la independencia de Catalunya? Poco, igual que ahora no se deprecia como se deprecia la marca España...
4. "La Unión Europea ha sido un potente instrumento para generar eficiencia, en parte porque el regulador europeo estaba lejos de los mercados domésticos." Precisamente si ese es uno de las principales críticas que se le hacen a la UE, que toman decisiones beneficiosas para los estados importantes de Europa (Alemania y Francia) ignorando las necesidades del resto (cuando no directamente perjudicando a estados como los "PIGS"). Además, existe el argumento inverso al planteado por Ganuza, y que de hecho es bastante más razonable: una administración más cercana, tomará decisiones más adecuadas y ajustadas a las necesidades empresariales y sociales de una sociedad.
Mención especial merece la afirmación "La actuación de la Generalitat con Spanair sirve de anticipo de lo sesgado que puede ser un futuro regulador y lo poco atractivo que esto resulta para la actividad económica." De hecho parece una burla. Es cierto que el proyecto Spanair fracaso, pero no parece que el proyecto Iberia vaya mucho mejor. Y del objetivo que perseguían ambos proyectos (potenciar el aeropuerto de Barcelona el primero, y el de Barajas el segundo), parece que el primero se está imponiendo.
5. El punto quinto, añadido por mí, son todos los aspectos ventajosos que el señor Ganuzo ignora, entre los cuales, sólo destacaré uno: Catalunya podría ofrecer ventajas fiscales a las empresas para que se instalaran aquí, algo que actualmente es imposible.
Finalmente, el señor Ganuzo, critica el momento elegido para proponer la independencia, argumentando que se trata de "gambling for resurrection. Lo que en castizo sería de perdidos al río.". Creo que olvida que el indepentismo está en aumento desde 1999 (y que no ha parado de crecer, salvo el peaje pagado por su paso por los tripartitos). Dejando de lado teorías conspiranoicas (el independentismo es una creación de Mas para tapar sus recortes), el hecho es que la sociedad catalana he elegido "su" propio momento. La independencia es un proyecto, erróneo o no, no hacer nada (lo que hace Rajoy, lo que proponen los unionistas...) no es un proyecto, es un suicidio. Que los unionistas ofrezcan un "new deal" a la española y valoraremos proyectos. Ofrecer "nada" no es una alternativa.
Dejemos de lado el primer párrafo, que es de introducción, rescatando sólo el objeto del artículo según el autor: "analizar la decisión de independencia desde la óptica empresarial, como la creación de una nueva empresa. ¿Cataluña, SA". Se nos presenta pues como un artículo que pretende aportar una visión académica, científica, de las consecuencias de la independencia.
El problema es que el artículo tiene un problema de metodología que lo desacredita completamente, y hace pensar en que existe voluntad de engaño y/o manipulación por parte del autor, ya que ignora un elemento clave en el análisis de la viabilidad de una inversión.
¿Cuál es ese factor clave? Pues el horizonte temporal; el artículo analiza la situación inicial de una Catalunya independiente (el día después), algo absolutamente insostenible en el análisis de inversiones: ¿qué inversión tiene una rentabilidad positiva el primer día? Según el criterio del profesor Ganuza, no se realizaría jamás ninguna inversión, ni se invertiría en ningún proyecto, ni se crearía ninguna empresa, porque ninguna es rentable el primer día, el Año 0.
Es por ello que en análisis de inversiones se utilizan métodos como el VAN, que mide la evolución durante varios años del proyecto, porque ninguno es rentable des del primer día, y por ello existen conceptos como el "periodo de recuperación", es decir, los años que se tardarían en recuperar la inversión inicial.
De hecho, el propio autor admite que "La independencia es una decisión de largo plazo", pero sólo tras analizar los inconvenientes (no contempla ni una sola ventaja) de la independencia, análisis en el que ha ignorado totalmente el aspecto temporal; y cuando intenta argumentar que el momento actual es el peor momento.
Pero vamos a analizar los inconvenientes que plantea:
1. "Romper con un mercado de casi cuarenta millones de consumidores no solo reducirá el comercio: va a ser un impedimento para que surjan en Cataluña proyectos empresariales fuertes." El primero es tal vez el argumento más fantástico. No pienso tomarme la molestia de rebatirlo con argumentos, sólo con dos ejemplos:
- Suecia (9,5 millones de habitantes): Ikea, Volvo, H&M...
- Finlandia (5,4 millones de habitantes): Nokia.
2. "Perderemos capital humano. (...) Cataluña tiene muchos centros de excelencia en investigación, medicina, etcétera y le resulta relativamente fácil atraer talento del resto de España." Tal vez el señor Ganuza no se ha enterado pero, ya estamos perdiendo capital humano, pero no sólo Catalunya, sino toda España; y, de hecho, en el escenario que plantea permanecer en España, no parece que se vaya a recuperar.
3. "La marca Cataluña se depreciará." La "marca Catalunya" no tiene ni peso ni presencia internacional, es la marca Barcelona, la conocida, ¿se depreciará por la independencia de Catalunya? Poco, igual que ahora no se deprecia como se deprecia la marca España...
4. "La Unión Europea ha sido un potente instrumento para generar eficiencia, en parte porque el regulador europeo estaba lejos de los mercados domésticos." Precisamente si ese es uno de las principales críticas que se le hacen a la UE, que toman decisiones beneficiosas para los estados importantes de Europa (Alemania y Francia) ignorando las necesidades del resto (cuando no directamente perjudicando a estados como los "PIGS"). Además, existe el argumento inverso al planteado por Ganuza, y que de hecho es bastante más razonable: una administración más cercana, tomará decisiones más adecuadas y ajustadas a las necesidades empresariales y sociales de una sociedad.
Mención especial merece la afirmación "La actuación de la Generalitat con Spanair sirve de anticipo de lo sesgado que puede ser un futuro regulador y lo poco atractivo que esto resulta para la actividad económica." De hecho parece una burla. Es cierto que el proyecto Spanair fracaso, pero no parece que el proyecto Iberia vaya mucho mejor. Y del objetivo que perseguían ambos proyectos (potenciar el aeropuerto de Barcelona el primero, y el de Barajas el segundo), parece que el primero se está imponiendo.
5. El punto quinto, añadido por mí, son todos los aspectos ventajosos que el señor Ganuzo ignora, entre los cuales, sólo destacaré uno: Catalunya podría ofrecer ventajas fiscales a las empresas para que se instalaran aquí, algo que actualmente es imposible.
Finalmente, el señor Ganuzo, critica el momento elegido para proponer la independencia, argumentando que se trata de "gambling for resurrection. Lo que en castizo sería de perdidos al río.". Creo que olvida que el indepentismo está en aumento desde 1999 (y que no ha parado de crecer, salvo el peaje pagado por su paso por los tripartitos). Dejando de lado teorías conspiranoicas (el independentismo es una creación de Mas para tapar sus recortes), el hecho es que la sociedad catalana he elegido "su" propio momento. La independencia es un proyecto, erróneo o no, no hacer nada (lo que hace Rajoy, lo que proponen los unionistas...) no es un proyecto, es un suicidio. Que los unionistas ofrezcan un "new deal" a la española y valoraremos proyectos. Ofrecer "nada" no es una alternativa.
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