Hay personajes que le repulsan a uno especialmente. En mi caso, Cristóbal Montoro es uno de ellos. Pero oirle ayer intervenir en el Congreso, consiguió revolverme literalmente el estómago. Su capacidad de mentir parece infinita, así como su cinismo.
Ante todo, tal vez lo más repugnante de todo sea oir a Cristóbal Montoro hablar de Pujol como si se tratase del mayor corrupto de España y de su crimen, el más abyecto. Lo cual resulta especialmente sorprendente si tenemos en cuenta que el señor Montoro como Ministro de Hacienda y el Gobierno del que forma parte, fueron artífices de la llamada "amnistía fiscal", a la que el mísmísimo terrible Jordi Pujol podría haberse acogido y haber normalizado su situación pagando sólo un muy favorible procentaje de impuestos. Así pues, lo que hace unos meses era una situación irregular que el Gobierno permitía legalizar en condiciones muy favorables, hoy cometido por Pujol es un crimen terrible. Este es el nivel moral de Montoro. Este es el nivel moral de este Gobierno. Este es el nivel moral del PP.
Ya estamos acostumbrados a que los periodistas atribuyan a Jordi Pujol padre todos los presuntos delitos cometidos por sus hijos, cuando la realidad es que el único delito probado cometido por Jordi Pujol (y confesado por él) és defraudar a Hacienda. En un caso normal, Pujol podría regularizar su situación, con el pago del importe defraudado y una fuerte sanción, pero sin juicio. Pero obviamente en el proceso de linchamiento de Pujol, eso no es suficiente, hace falta encontrarle algún otro delito que implique un juicio contra esta figura que el unionismo ha convertido, contra todo sentido común, en líder del independentismo en Catalunya. De ahí, las palabras de Montoro: "a la vista de los datos que se disponen no podemos descartar que se hayan cometido uno o varios delitos" que, traducido significa "hasta ahora no hemos encontrado ningún delito, pero no perdemos la esperanza", lo opuesto a la presunción de inocencia, en resumen.
También dice Montoro que el caso Pujol representa "uno de los mayores" casos descubiertos de fraude fiscal. El dinero que Pujol ha confesado tener en Andorra (no Suiza, como dijo El Mundo, por cierto) asciende a algo más de 7 millones de euros (según el medio anticatalanista Vozpopuli). En cambio, Luís Bárcenas, ex-tesorero del partido de Cristóbal Montoro, sólo acumulaba 47 millones de euros. Pero Montoro es capaz de decir cosas como "Estamos ante un caso impresentable" o "Es por casos como este cuando cunde el desánimo de los ciudadanos". Cinismo supremo.
Otra de las mentiras de Montoro fue decir que Pujol abraza el independentismo cuando sabe que se le está investigando, cosa absolutamente falsa. Pero claro, como Ministro de un Estado presuntamente de derecho, no puede admitir que se le empieza a investigar cuando sus ideas políticas se vuelven molestas para el Estado. Aunque el mismo Montoro en otro momento relaciona ambas cosas.
Gracias a personajes como Montoro o Fernández Díaz, cada día aumenta más la repugnancia que siento por el Estado español, a su Gobierno y sus poderes fácticos (que no por España y sus gentes).
PS: El PP no se puede permitir el lujo moral de dar lecciones a nadie, porque es un partido con una corrupción sistémica, como demuestra que todos los ex-tesoreros del PP hayan sido imputados en alguna causa, o que en los papeles de Bárcenas aparezcan los siguientes sobresueldos cobrados por su cúpula (pasada y actual):
Ante todo, tal vez lo más repugnante de todo sea oir a Cristóbal Montoro hablar de Pujol como si se tratase del mayor corrupto de España y de su crimen, el más abyecto. Lo cual resulta especialmente sorprendente si tenemos en cuenta que el señor Montoro como Ministro de Hacienda y el Gobierno del que forma parte, fueron artífices de la llamada "amnistía fiscal", a la que el mísmísimo terrible Jordi Pujol podría haberse acogido y haber normalizado su situación pagando sólo un muy favorible procentaje de impuestos. Así pues, lo que hace unos meses era una situación irregular que el Gobierno permitía legalizar en condiciones muy favorables, hoy cometido por Pujol es un crimen terrible. Este es el nivel moral de Montoro. Este es el nivel moral de este Gobierno. Este es el nivel moral del PP.
Ya estamos acostumbrados a que los periodistas atribuyan a Jordi Pujol padre todos los presuntos delitos cometidos por sus hijos, cuando la realidad es que el único delito probado cometido por Jordi Pujol (y confesado por él) és defraudar a Hacienda. En un caso normal, Pujol podría regularizar su situación, con el pago del importe defraudado y una fuerte sanción, pero sin juicio. Pero obviamente en el proceso de linchamiento de Pujol, eso no es suficiente, hace falta encontrarle algún otro delito que implique un juicio contra esta figura que el unionismo ha convertido, contra todo sentido común, en líder del independentismo en Catalunya. De ahí, las palabras de Montoro: "a la vista de los datos que se disponen no podemos descartar que se hayan cometido uno o varios delitos" que, traducido significa "hasta ahora no hemos encontrado ningún delito, pero no perdemos la esperanza", lo opuesto a la presunción de inocencia, en resumen.
También dice Montoro que el caso Pujol representa "uno de los mayores" casos descubiertos de fraude fiscal. El dinero que Pujol ha confesado tener en Andorra (no Suiza, como dijo El Mundo, por cierto) asciende a algo más de 7 millones de euros (según el medio anticatalanista Vozpopuli). En cambio, Luís Bárcenas, ex-tesorero del partido de Cristóbal Montoro, sólo acumulaba 47 millones de euros. Pero Montoro es capaz de decir cosas como "Estamos ante un caso impresentable" o "Es por casos como este cuando cunde el desánimo de los ciudadanos". Cinismo supremo.
Otra de las mentiras de Montoro fue decir que Pujol abraza el independentismo cuando sabe que se le está investigando, cosa absolutamente falsa. Pero claro, como Ministro de un Estado presuntamente de derecho, no puede admitir que se le empieza a investigar cuando sus ideas políticas se vuelven molestas para el Estado. Aunque el mismo Montoro en otro momento relaciona ambas cosas.
Gracias a personajes como Montoro o Fernández Díaz, cada día aumenta más la repugnancia que siento por el Estado español, a su Gobierno y sus poderes fácticos (que no por España y sus gentes).
PS: El PP no se puede permitir el lujo moral de dar lecciones a nadie, porque es un partido con una corrupción sistémica, como demuestra que todos los ex-tesoreros del PP hayan sido imputados en alguna causa, o que en los papeles de Bárcenas aparezcan los siguientes sobresueldos cobrados por su cúpula (pasada y actual):

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