Monday, July 28, 2014

¿Cómo afecta la confesión de Pujol al proceso independentista?

Voy a intentar reflejar algunas de las ideas que me ha provocado la confesión de Pujol. Espero que quede un texto mínimamente coherente, a pesar de que sean reflexiones escritas sobre la marcha, y sin la debida maceración.

Habiéndome siempre declarado pujolista (medio en broma medio en serio), me siento profundamente decepcionado por lo que Pujol ha confesado. Pero desde el punto de vista del análisis político, eso no me parece realmente interesante. Aunque muchos parecen olvidarlo, Jordi Pujol hace once años que ya no es presidente de la Generalitat.

Y aun más importante, sus errores personales, no alteran su legado, se considere éste bueno, malo, excelente o nefasto.

Me parece interesante como la mayoría de medios de Madrid han intentado vender esta noticia como un golpe al proceso soberanista catalán. Imposible realizar un análisis más erróneo.

En primer lugar, siguen sin darse cuenta de que este proceso lo dirige la sociedad catalana (o una parte de ella) que son los que empujan a los políticos, y no al revés. El desprestigio de los políticos pues, no afecta al "carro" de un proceso (al que se han subido posteriormente).

En segundo lugar, y en contra de lo que algunos nos han intentado vender, esta confesión no valida el informe de la UDEF. Ya sabíamos que contenía verdades, extraidas de informes anteriores, pero mezcladas con mentiras y manipulaciones. Además, seguimos sin saber quién lo fabricó. Ni cambia el hecho más grave: que fuese filtrado a un medio de comunicación antes de las elecciones catalanas para alterar el resultado. Algo sigue oliendo a podrido en España.


Pero lo realmente importante de todo este asunto es el timing (si me permiten el esnobismo de utilizar esta expresión en inglés): hace once años Pujol dimitió como Presidente de la Generalitat, después de haberla gobernado durante veintitres años. Aunque el principio de su mandato se vió enturbiado por el caso Banca Catalana, y la querella presentada contra él (que acabó siendo archivada), durante el resto de su mandato no se produjeron más escandalos. De hecho, en 1985, ABC elige a Pujol como español del año 1984.

Curiosamente, cuando Pujol empieza a acercarse a posiciones independentistas, es cuando empiezan a surgir sus problemas legales. ¿Coincidencia? Difícil de creer. Y si asumimos que no se trata de una coincidencia, ¿qué consecuencia podemos sacar? Que los trapos sucios de Jordi Pujol se han estado tapando durante años. ¿Por qué? Existen dos posibilidades igualmente deprimentes.

La primera es que todos (en las altas esperas políticas) tengan algo que ocultar, y se tapen las miserias entre ellos, un extraño equilibrio de corruptelas. Eso implicaría que el sistema político español está completamente podrido y ciertamente, sería un motivo de peso, para que muchos ciudadanos deseasen independizarse del estado español e intentar construir un estado más limpio.

La segunda es que se trate de un caso aislado y que a Pujol se le haya protegido legalmente (o mejor dicho, extra-legalmente), ya sea ocultando la información que se tenía sobre sus irregularidades tributarias o no investigándole (para el caso viene a ser lo mismo). Pero, ¿por qué le taparía el Estado español las miserias a Pujol? Sin duda tenía que ser porque creyesen que les era útil. Porque respetaba eso que llaman "orden constitucional" (como si se tratase de un concepto filosófico superior e indiscutible). Cuando Pujol se acerca al independentismo, pierde la inmunidad conferida por su apoyo al "orden constitucional" y  la justicia empieza a investigarle. Esta posibilidad es aun más grave, porque implica que en nombre de ese "orden constitucional" los gobernantes de España están dispuestos a saltarse las leyes (acabando con la separación de poder, algo que, de todos modos, ya sabemos que no se respeta en España). Lo más grave son las connotaciones coloniales que tiene esta posibilidad: como si se tratase de una colonia al gobernante colaborador se le perdonaron sus excesos; en el momento en que se desvía del camino marcado por el estado se le castiga. Esta posibilidad da aun más motivos a los independentistas, que sí tendrían argumentos para alegar que el estado español trata a Catalunya como una colonia.

1 comment:

Anonymous said...

Un análisis muy acertado. No puede pretenderse construir España mediante la destrucción. En el siglo XXI mi opinión es que necesariamente España ha de fragmentarse.